A menudo pensamos que comer mejor tiene que ser algo muy complicado y que implica comer sólo verduras. A continuación verás consejos muy simples para adquirir hábitos alimenticios saludables:
Ampliar nuestra dieta: hay muchísimos alimentos que quizá no probamos habitualmente y que nos proporcionan multitud de beneficios y nutrientes valiosos como las algas, fermentados, semillas, legumbres, setas, cereales como la Quinoa, germinados, encurtidos, etc. No todos los alimentos nos sientan bien ni nos convienen según el estado físico de cada uno, por eso es importante no estancarse en los mismos productos y las mismas recetas, y buscar el consejo de un dietista nutricionista.
Frecuencia en las comidas: aunque cada caso es diferente, podemos decir que lo ideal son tres comidas principales y dos aperitivos (a media mañana y media tarde). Esto dependerá de nuestros horarios, hay personas que no les apetece desayunar y hacen un semiayuno hasta la hora del almuerzo, cada persona debe encontrar el horario de comidas y rutina que le hace encontrarse mejor con su cuerpo y le llene de energía. Lo que sí es cierto es que es importante dedicarle tiempo a preparar nuestra comida y al momento de tomarla, pues influirá en nuestra digestión de los alimentos.
Masticar bien: aunque parezca obvio, comer despacio y ensalivar es la base para tener buena digestión y sentirnos saciados, y muchas veces debido al estrés o al poco tiempo de descanso en el trabajo nos olvidamos de este pequeño pero importante paso. El nivel de trituración de los alimentos hará que aprovechemos mejor o peor los alimentos, que se formen más o menos gases y que nuestro tránsito sea adecuado.
Beber más: si somos un 70% agua es lógico que tengamos que beber mucho para estar bien hidratados y que nuestro organismo pueda absorber bien los nutrientes y eliminar las toxinas. En invierno más infusiones y caldos y en verano más agua y gazpachos.
Adaptar la dieta a las estaciones: cuando haga frío mejor comer alimentos cocinados y cuando haga calor tomar más alimentos crudos. Además es mejor consumir productos de temporada, la naturaleza es sabia y nos da los alimentos más necesarios en cada estación del año, y es mucho más ecológico.
Si realmente estás muy interesado en hacer un cambio importante de hábitos alimenticios nuestro consejo es que pidas consejo a tu médico o especialista en nutrición. Cada persona, su historial, trabajo y clima tendrá unas necesidades concretas.